Ha sido un duro año, nadie lo va a negar. Por eso, ni Olentzero ni Maridomingi han querido dejar pasar la oportunidad de venir a saludar a nuestros y nuestras txikis.
Ha sido un acto diferente pero no por ello menos emocionante. Cada gela ha tenido el honor de estar con ellos a solas ¡durante 10 minutos! Con tiempo suficiente para presentarse, pedir regalos, ¡y hasta para cantarles!
Y como no podía ser de otra manera, recibieron numerosos juegos y juguetes para usar en la escuela.